La perdición
Quisiera estar todos los días a tu lado, pero no puedo.
¿Como llamar tú atención?
Tus ojos envían señales,
señales que no puedo entender,
señales que me acercan a la locura.
Pero tú amor, tú amor está muy lejos.
Muy lejos, de mí.
Siento que estás atrapada, atrapada en una red sin fín.
Siento que mi corazón esta ocupado, ocupado por tí.
Este dolor me está matando.
Matando como si me clavases una estaca en mí corazón.
Mi ilusión se va.
Una ilusión que no tiene explicación.
Una ilusión que te hace soñar.
Soñe con tus besos.
Eran besos que produccían desvaríos de amorosa pasión ardiente.
Besos que hablaban por sí solos.
Soñe con tus besos,
esos besos que jamás me diste.
Amor,¿ quizás ?. Sí eso es.
Eso es lo que siento, amor.
Un amor que duele de verdad.
Un amor más allá del propio amor,
por encima del juego de la soledad.
Un amor libre, y despierto, que aviva mi vida.
Todavía estoy,
estoy esperandote,
esperando estaré por siempre, pero te vas...
Te vas no puedo impedirtelo.
Tevas cada vez más lejos.
Con cada paso que das secuestras una parte de mí.
La muerte se acerca.
Se acerca con pasos desmesurados.
Pero apesar de mi viaje hacía el fin,
mi alma estará velandote.
Velandote como desde el primero día en que te conocí...
. . .